Magnificencia Arquitectónica

Soportando el implacable paso del tiempo, los monumentos de la antigua Grecia nos recuerdan dónde empezó todo para la civilización occidental. Al solo presenciar la grandeza de estas obras exquisitas de complejidad inigualable, cuya construcción tardaba decenas de años e incluso varias reconstrucciones por sitio, es válido preguntarnos: ¿llegarán nuestros actuales símbolos arquitectónicos a ser algún día solo restos alterados y maltratados de lo que queríamos transmitir a las generaciones futuras? ¿vemos representado en algún aspecto de nuestra evolución social y cultural algún reflejo de la magnificencia y escala de estos antiguos monumentos? O fue todo en vano?